lunes, 3 de octubre de 2011

Real Academia Española

Tengo un problema que intuyo no se puede solucionar con un simple post. El mismo problema siempre. Me enamoro de la que no corresponde, o mejor dicho, de la que no me da bola, o me histeriquea hasta tal punto que empiezo a pensar demasiado las cosas, cagándolas por completo.

Sumado a lo dicho, no soy para nada amigo de los psicoanalistas, es más, me parecen amigos caros. Si, amigos caros… uno les cuenta sus problemas, les paga religiosamente todas las sesiones, las cuales al cabo de una hora (como mucho), tenemos como respuesta “se terminó la sesión, ¿Nos vemos la semana que viene?”, y no conformes con eso, nos tienen años intentando dilucidar por qué mierda nos pasa lo que nos pasa, porque claro, ellos que la tienen super clara, que conocen a la perfección los mecanismos del cerebro y las relaciones humanas nos tienen que retener, si, retener, años para en un momento llegar a la puta conclusión que una vez cuando era chiquito maté una hormiga y nunca pude superar ese evento que mi cerebro quiso bloquear como algo tan significativo para mi vida; o peor aun que tenemos algo no resuelto con nuestra madre. Por favorrrr.

Esto iba a que no me gustan los psicoanalistas, pero se desprende totalmente de lo que hoy quería contar. Según la real academia española, mi diccionario de cabecera online, la palabra amor, entre otros significados pelotudos quiere decir: “Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear”. Esta definición realmente define, valga la redundancia, mi estado emocional. Y se que parecerá algo muy trillado, pero yo también escuché durante por lo menos un año la canción de la banda Aventura que decía “no es amor, es una obsesión”, asi que volví al diccionario cybernauta y le pregunté el significado de esa palabra, lo que trajo como resultado: “Perturbación anímica producida por una idea fija” o “Idea que con tenaz persistencia asalta la mente”. ¿¿¿Perdón??? Yo creo que los que definieron las palabras del diccionario no pensaron en que un boludo como yo las fuera a querer entender. Comparemos “… y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía…” con “idea que con tenaz persistencia ataca la mente”. Es obvio que si estoy enamorado tengo la “idea fija” de estar con esa persona (no solo sexualmente hablando), lo que me da como resultado la parte de “nos completa, alegra y da energía”. Por lo tanto, he llegado a la conclusión, muy probablemente errónea, de que son dos palabras que van de la mano, como las parejas.

Tal vez sea una vez mas un escape de mi psiquis al no querer ver la diferencia, lo acepto si así es. Pero si no lo dije, lo digo, y si lo dije, lo repito, los psicoanalistas no me caen para nada bien, y no voy a recurrir a ustedes (a los psicólogos les hablo) para que me ayuden con mi problemita.

3 comentarios:

  1. ME ENCANTA TU BLOG, ME SIENTO TOTALMENTE IDENTIFICADA CON esta entrada.
    "Me enamoro de la que no corresponde, o mejor dicho, de la que no me da bola, o me histeriquea hasta tal punto que empiezo a pensar demasiado las cosas, cagándolas por completo."
    UN BESO! TE SIGO!

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  2. hace tiempo que no posteas nada! seguis ahi??? se extraña leer sobre la cotidianidad del "hombre comun". besos!

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  3. sigo aca, se viene un tornado de posts! estoy corrigiendo algunas cosas y en breve vuelvo con todo!

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